Inmejorable compañía en el barco, magnífico ambiente, brrr..y que frío también, pero lo disfrutamos de verdad, y vamos a ver unas cuantas fotos más. Bueno; estas fotos concretamente son todas de lo que para mí fue la estrella de la salida, el págalo grande, paràsit gros o Stercorarius skua. Yo solo recordaba haberlo visto a través de algún telescopio desde tierra y es una especie que nunca había visto tan cerca ni fotografiado. El págalo es un ave realmente peculiar, no se acerca nunca a tierra para que lo podamos ver, que pena. Se puede alimentar de peces muy superficiales mar adentro, siempre lejos de la costa, pero sobre todo suele alimentarse de los descartes de los arrastreros o robando la pesca de otras aves marinas, gaviotas y pardelas. Nuestro barco llevaba su nube de gaviotas de pardelas y gaviotas, y acercándose a nosotros a muy poca distancia para disfrute del personal, rodeándonos por todos lados y con ese reclamo los págalos no tardaron en aparecer. Auténticos piratas del mar, solo les falta el parche en el ojo, la pata de palo y la bandera pirata cuando atacan. Aparecen volando recto hacia el grupo de pardelas y gaviotas aleteando con fuerza y ganan en velocidad para robarles el pescado con su ataque condundente. Vimos hasta 4 individuos diferentes, y las fotos son de varios de ellos.
En la primera foto, estaba yo enfocando un individuo posado muy lejos cuando se me cruza otro págalo, (desenfocado) iniciando su ataque.
Esto es lo que se encuentran las gaviotas cuando lo tienen ya encima… ¿a qué da miedo?
Porque no había niños en el barco, que si no…(ja , ja).
Al ataque:
Un par de fotos más:
Para acabar, mi foto favorita.
Agur, Chau.
JJ.

No hay nada en lo que las aves difieran más de los humanos que en la forma en la que pueden construir, y dejar el paisaje tal como estaba antes. Robert Lynd.