


Unos colores extraordinarios al amanecer y el paso de un velero bajo el sol naciente…

Y las primeras pardelas. No veríamos demasiadas aves en la salida, pero al final, como veréis valió la pena.

Pardela cenicienta:


Pardela balear:


Un pequeño grupo de Gaviotas de Audouin nos acompañó toda la mañana, entre 2 y 4 individuos, y acabaron acaparando la mayor parte de las fotos solo por su cercanía. Una de las Audouin estaba anillada y no conseguí una foto en la que se pudiera leer bien la anilla, pero mis compañeros la apuntaron y darán información de la misma.








También un par de patiamarillas vinieron a probar al final nuestros pescaditos:


Sorprendente fue la visita de un charrán común tan lejos de tierra:

Y una medusa de larguísimos filamentos:

Ya llevábamos más de una hora de espera y empezábamos a ser un poco pesimistas con la posibilidad de que el paiño no apareciera cuando llegó el primero. No se acercaron los paiños tanto como nos hubiese gustado pero bueno… Ahí van las fotos de un ave de vuelo rápido y difícil de enfocar:







Y unos curiosos reflejos del paiño:

Y su famosa especialidad, caminar sobre las aguas…




Y curiosamente, ninguno de los anteriores fue el gran protagonista de la mañana. La estrella de la mañana vuela con elegancia. Pero lo hace bajo el agua y yo no había visto a la gran Manta en mi vida. Un enorme ejemplar de Mobula mobular vino a exhibir sus vuelos submarinos junto a la barca y la extraordinaria transparencia del agua nos permitió estas fotos.








Una gaviota se refleja sobre la superficie del agua:





Saludos.
Juanjo.