

Los colores llamativos del pato cuchara (cullerot, A. clypeata) y sobre todo su peculiar pico atraen nuestra atención sobre este pato invernante y abundante en los humedales de Mallorca en los meses fríos.


El cormorán grande (Corb marí gros, P. carbo) extiende sus alas al sol compartiendo esta superpoblada isleta de la albufera con patos cuchara, tarros blancos y cercetas pardillas. A diferencia de los patos, los cormoranes carecen de grasa en las plumas por lo que tras nadar o bucear deben secar al sol sus plumas exhibiendo así de paso su envergadura alar.


Una garza real (agró, A. cinerea) se mantiene presente en el saluet del port d’Andratx todo el año. Podremos verla sobre todo tomando el sol sobre el tejado de las casa de Can Fasser, junto al cañaveral, aunque a veces cambia su posición como en esta ocasión, posada sobre un árbol sobre las barcas del saluet.

La querencia del andarríos chico (xivitona, A. hypoleucos) por esta charca del saluet del Port d’Andratx es absoluta; da igual la hora, siempre está por allí. También es constante el paso de otras aves por esa charca como gorriones, lavanderas blancas o gallinetas de agua.


Hay un tramo de mi recorrido del SAC del Port d’Andratx en el que siempre aparecen los gorriones molineros (gorrió barraquer, P. montanus). Les gusta tomar el sol en los almendros. Son pocos ejemplares en comparación con los superabundantes gorriones comunes de la zona. No siempre se dejan ver, así que, si tenemos un poco de oído podremos localizarlos por su canto ya que es algo diferente al del gorrión común.

Siempre es una sorpresa toparse con el esquivo acentor común (Xalambrí, Prunella modularis) en el recorrido del SAC del Port d’Andratx. El sol a la espalda es siempre un buen aliado para ver a las aves más esquivas como ésta. Y el factor suerte, claro.

El acentor es desconfiado y esquivo, aunque desde hace un par de años ya es un asiduo visitante del bebedero en los meses más fríos del invierno. No se le ve o se le oye venir como otras especies más ruidosas que anuncian su llegada al bebedero, como mirlos, verderones, pinzones, verdecillos, gorriones, petirrojos o mitos, por ejemplo, por lo que su aparición es siempre sorpresiva. El acentor debe bajar a beber al bebedero con frecuencia, sin embargo cuando estoy yo debe de detectar la presencia de la cámara en la ventana y desconfía, por lo que tras dejarse ver unos segundos, desaparece completamente. Es precisamente, sin embargo, la presencia, aunque breve, de especies esquivas como el acentor lo que hace que valga la pena la espera fotográfica de una mañana de invierno en el bebedero.



El Martin pescador es otra ave invernante muy abundante en las costas. Aquí la fotografié en la rompiente en la Colonia de Sant Jordi.

En Mortitx una perdicera adulta persigue un grupo de torcaces bajo la lluvia. El contraluz y la lluvia impiden una foto mejor de uno de esos momentos difíciles en Mallorca, que una perdicera adulta te pase tan cerca.



A veces, en un lugar pequeño como La Gola del Port de Pollensa podemos encontrar aves grandes como la garceta grande, Casmerodius alba, especie que hiberna en nuestros humedales para desaparecer en primavera rumbo a sus zonas de cría en África o en el mediterráneo oriental.

Más raro es encontrarla en Son Navata (Felanitx), bueno, cerca, ya que hay tantas zonas inundadas que me topé con ésta en una charca en compañía de dos garzas reales, garcetas comunes y bueyeras, toda una amalgama de garzas y garcetas en una inesperada charca. En cambio en Son Navata nada que observar, y no porque no lo hubiera, sino porque están vallando todo y ya no es posible asomarse a la laguna: un sitio menos donde observar aves, me temo.

También bajo la lluvia me topé el domingo 22 en los campos de cultivo junto al Saluet del Port d’Andratx con dos ejemplares de una especie que no había visto desde hace 6 años o más. Se ve que me esquivaban…hasta ahora: los zorzales reales, tords burells( Turdus pilaris). Iban en compañía de un grupo de zorzales comunes.


Tanta agua hay debido a las lluvias en el Prat de Sant Jordi que es realmente una albufera con todas las de la ley. Allí me topé el sábado 28 con 4 cercetas pardillas. Una especie inesperada por allí. Si habrá agua que pueden verse muchos zampullines chicos.

Estas dos especies normalmente se dejan ver en los pasos migratorios de primavera u otoño y no son fáciles de ver precisamente. En esta ocasión han aparecido en enero… ¿avisando del cambio climático? Ahí lo dejo. Aguilucho papialbo y chorlito carambolo.


Otra sorpresa de este enero ha sido la presencia en la laguna de Maristany, Alcudia, de un solitario ejemplar de la rara y diminuta gaviota enana, Hydrocoleus minutus.




Y termino con los asiduos del bebedero, que no por estar ya muy vistos hay que dejar de sacarlos un poco, para que se luzcan; el mirlo y el verderón.


Saludos.
Juanjo.