La cosa es que la lluvia había cambiado mis planes de hoy y encontré un hueco para ir al Port d,Andratx, a donde hacía muchísimo tiempo que no iba, de 13 a 14 hrs, para ir a buscar donde aún podría ver alguna especie nueva para mi contador, alguna ave marina, pues ya se me escaparon paiño, y me falta ver alcatraz, gaviota sombría, págalo, gaviota cana, o lo que surja. Hoy era el día perfecto para eso pues en el paseo del Port donde un domigo normal hay cientos de paseantes con bicis, perros, etc, hoy por la lluvia no había absolutamente nadie, o mejor dicho, hoy había precisamente gaviotas.
Como no he tenido la habilidad de encontrar ninguna gaviota especial entre las patiamarillas me he dedicado a fotografiar los espectaculares picados de los charranes, que hoy tenían el puerto para ellos solos. Con la lluvia no ha salido ninguna foto digna, claro. La cosa es que en vez de regresar a Andratx por la carretera principal, que los días de lluvia nunca me hace demasiada gracia pues acumula un gran historial de accidentes, he cogido el cami des prat, y en el tramo que deja a la izquierda el cañaveral del puerto tras hacer la primera curva he visto en un tramo de cañas entre dos casas lo que me ha parecido ¡un avetoro! Yo iba precisamente muy despacio mirando a ver si veía algo nuevo. Llovía fuerte, he bajado del coche y parapetado tras una casa he asomado la cámara apuntando hacía lo que me había parecido un avetoro, y ahí estaba, a apenas 8-10 metros de la carretera. Me ha permitido unos disparos, (de milagro uno salió enfocado) y a volar, hacia el centro del cañaveral. Bimbo y “cling” para el Bigyear.




Salut y Bigyear
Juanjo.